Una vez finalizada la instalación del enchape en concreto, es fundamental realizar una adecuada limpieza para preservar la belleza y durabilidad del material. Recomendamos utilizar agua y un detergente neutro, aplicados con una esponja o escoba de cerdas suaves. Evita el uso de productos ácidos o abrasivos, ya que pueden causar daños en la apariencia del concreto. Una vez que la superficie esté completamente seca, se recomienda aplicar un tratamiento de hidrofugación o sellado para proteger el material de la humedad y otros agentes externos, asegurando así su larga vida útil y resistencia a la intemperie.
Mantenimiento regular
Para mantener tu enchape de concreto en óptimas condiciones, es importante realizar una limpieza general periódica. Recomendamos utilizar agua y detergente neutro, aplicándolos con un paño suave o una esponja. Esta limpieza puede realizarse según sea necesario para eliminar cualquier suciedad o manchas superficiales y mantener la frescura y el aspecto original del concreto.
Mantenimiento de
la superficie hidrofugada
Si has aplicado un tratamiento de hidrofugación en tu enchape de concreto, es recomendable reevaluar y renovar dicho tratamiento cada dos años. La hidrofugación ayuda a proteger el material contra la penetración de agua y la formación de manchas, conservando su apariencia y resistencia a largo plazo. Consulta las instrucciones del producto utilizado para determinar el mejor
Mantenimiento de
la superficie sellada
En caso de haber sellado la superficie de tu enchape de concreto, se sugiere realizar una revisión anual para evaluar el estado del sellado. Si se observa desgaste o deterioro, se recomienda volver a sellar la superficie. Esto ayudará a mantener la integridad del concreto y protegerlo contra la suciedad, la humedad y otros factores externos que puedan afectarlo. Asegúrate de seguir las indicaciones del sellador utilizado y de aplicarlo adecuadamente para mantener la superficie en óptimas condiciones.